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Monday, July 11, 2005

 

Nuevo desafío del terror global Periodismo participativo en tiempo de desastre

Durante horas de silencio oficial sobre los efectos del atentado, usuarios de internet crearon las noticias
Cualquier espectador podía advertir que la dosificación de la información era deliberada

En la red, los textos y fotos tomadas con teléfonos móviles cubrieron los baches informativos

HINDE POMERANIEC - 09/07/2005Londres Es probable que el pasado jueves haya sido el día de la consagración del periodismo espontáneo. Mientras las grandes cadenas internacionales daban información del ataque en Londres con cuentagotas y recortaban las imágenes más duras, miles de internautas se reunían en la red para pasarse datos, colgaban las fotos que habían conseguido tomar con sus teléfonos celulares en los sitios afectados, se convertían en cronistas repentinos y se ponían incluso a la vanguardia en cuestiones más intensas, como el análisis de lo sucedido. Las horas pasaban y la información era escasa y se filtraba de manera poco precisa. Durante siete horas el bloqueo informativo fue desesperante, sobre todo porque las audiencias de todo el mundo habían puesto ya en juego su memoria histórica, que los remitía definitivamente al 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y al 11 de marzo del 2004 en Madrid, aunque las autoridades insistieran en acordonar los sitios de las explosiones y en evitar que periodistas y fotógrafos se acercaran al lugar de los hechos. A poco de andar tras las noticias, cualquier espectador podía advertir que la dosificación de la información era deliberada. Las grandes cadenas se sumaron a la política oficial de las autoridades británicas sin cuestionamientos inmediatos. Durante horas los títulos hicieron referencia a la "enorme tragedia" sin dar cifras de víctimas.Ymás tarde se sostuvo el número de dos muertos por bastante tiempo, al menos en los sitios on line de los medios tradicionales y en los informes de las agencias de noticias. Mientras esto ocurría, ejércitos de periodistas aficionados lanzaban sus textos en diferentes blogs,diarios on line donde los usuarios bajan sus opiniones, gustos e informaciones. Muy pronto se conformó una guerra contrainformativa con sitios como la BBC, que además de tener severos problemas de acceso manejaba la cobertura con una cautela demasiado parecida a la autocensura. No casualmente, semanas atrás la cadena británica había hecho público su nuevo manual de estilo, donde constaba que a partir de este mes cualquier cobertura en directo de hechos delicados se vería afectada con una demora de segundos en la exhibición, para así contar con tiempo para recortar imágenes potencialmente sensibles. "La exactitud es más importante que la velocidad" es el lema, y la decisión surgió luego de fuertes críticas recibidas por la cobertura de la toma de una escuela en Beslan (Osetia del Norte), en septiembre pasado, donde murieron 330 personas, niños en su mayoría. Todo indica que la adecuación por parte de la célebre cadena comenzó ayer. Si bien los sitios on line de los diarios británicos se sumaron a la política oficial de dosificación informativa, algunos diarios como The Guardian montaron un espacio paralelo (Newsblog updates), en donde se podía acceder al periodismo alternativo de sitios como boingboing.net, mo blog.co.uk, wibbler. com o europhobia.blogspot.com. En todas esas páginas pudo leerse ya desde temprano la desconfianza en la información tradicional. A las 10.05 h., una hora y poco más después de la primera explosión, un usuario ya señalaba en la página europhobia: "Bien, esto es lo que yo llamo un ataque terrorista". "¿Gente herida deambulando a causa de una falla de electricidad?", "Saber exactamente quién murió y qué pasó es una deuda que tenemos hacia las víctimas", son otras de las frases que se leían en el mar de textos desolados y ansiosos de las primeras horas, donde también se verificaban las pautas del llamado periodismo cívico, en cientos de mensajes con ayudas del tipo "cerraron tal calle" o "habilitaron tal ferry para salir de la ciudad". En una secuencia alucinante, también el sitio del atentado en la wikipedia.org (la enciclopedia libre y on line) fue actualizado por los usuarios con un vértigo desconocido. Diarios del mundo reforzaron sus coberturas instando a los internautas a enviar testimonios desde Londres, lo que reforzó la idea del rol activo que tomaron los ciudadanos en "el proceso de juntar, reportar, analizar y diseminar noticias e información", como definen en su informe We Media al periodismo ciudadano los expertos Shayne Bowman y Chris Willis. Muchos sitios convencionales ofrecían links que remitían a sitios como flickr.com, en donde los usuarios bajan sus fotos, entre las que hubo imágenes que ninguna agencia pudo captar. La irrupción de las fotos tomadas con móviles en la vida del periodismon ació en el año 2002, cuando los teléfonos con cámara salieron al mercado. Ya durante el 11-M de Atocha, los diarios españoles pidieron a sus usuarios que enviaran sus fotos, en lo que dio pie a una colaboración estrecha que difícilmente va a terminar. Ya en 1995, en su libro Ser digital, Nicholas Negroponte había advertido que internet daría a los lectores la posibilidad de elegir la información que quisieran tener. Hoy ya no sólo la seleccionan: también la construyen.
© Clarín

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